Acude uno o varios días a la semana, a acompañar y soñar con los niños y niñas en su espacio de vida.
Organizar la fiesta de cumpleaños cada mes, disfrutar la alegría de lo que significa ir creciendo en la vida, pegarle a la piñata, soplar la vela, comer pastel y gelatina.
Ofrecer a los niños y niñas un refrigerio o merienda, poder cambiar su rutina diaria y ver sus caritas sonriendo.
Apoyar en familia, compartir, junto con Amigo Daniel, el trabajo y la entrega durante un período en la convalecencia de algún niño o niña, o cuando pasan por estados emocionales difíciles.